Más de 2.700 personas que habitan en los barrios de Concepción, Santa Rosa y Nuevo Paris, en la periferia urbana del municipio de San Jorge, en el departamento de San Miguel (El Salvador), cuentan ahora con el servicio de agua potable domiciliar que ha instalado la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados ANDA, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

El proyecto, ejecutado con el apoyo del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento de la Cooperación Española, consistió en la ampliación de la cobertura del servicio de agua potable a estas zonas periurbanas de dicha jurisdicción, que durante años han estado privadas del acceso al agua potable que ya estaba garantizada en el resto del área urbana y rural del mismo municipio San Jorge.

Las obras iniciaron el 10 de octubre del 2011 y concluyeron la última semana de mayo del presente año. Contemplaron la instalación de 15,861.95 metros lineales de tubería de 2, 3 y 4 pulgadas de diámetro, así como la construcción de 530 acometidas de agua potable domiciliar.

El proyecto, que ha supuesto una financiación de $1, 145,877.23, también incluyó la construcción de 447 letrinas aboneras en el barrio Santa Rosa para aquellos hogares donde se determinó que las fosas séticas utilizadas no se encontraban en condiciones de salubridad. Además, a través de estos trabajos, ANDA generó oportunidades de empleo a más de 150 residentes de esa zona, entre directos e indirectos.

Anteriormente, los habitantes de estas localidades se abastecían a través de la compra de agua en las cercanías de San Rafael Oriente, y otros adquirían el barril servido a cada vivienda a un precio que oscilaba entre $1.25 y $1.50, lo que incrementaba sus gastos a un promedio de $45 mensuales por familia.

Compromiso político y normativo

El representante de la cooperación española, Ángel Marcos, destacó un aspecto importante de las obras que está realizando ANDA con el apoyo del fondo del agua, «cuya seña de identidad está siendo la búsqueda de soluciones integrales y sostenibles».

Asimismo, recordó que «con el reconocimiento del derecho humano al agua y al saneamiento por Naciones Unidas en 2010, se vio la necesidad de abordar el problema del acceso al agua y al saneamiento desde un enfoque basado en derechos y con un compromiso político y normativo». Por ello, recalcó los esfuerzos realizados por El Salvador, en este sentido, con la discusión en la Asamblea Legislativa de la ley general del agua y los trabajos del Ministerio de Medio Ambiente por introducir el enfoque de cuencas en la gestión del recurso hídrico en el país.