ISNA con el apoyo de la Cooperación Triangular El Salvador – Chile- España , presentaron estudio sobre “Deshabituación de Drogas, Alcohol y Tabaco en Adolescentes”
El Gobierno de El Salvador, que preside el Profesor Salvador Sánchez Cerén, a través del Instituto para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (ISNA) presentó el Estudio “ Deshabituación de drogas, alcohol y tabaco en Adolescentes”
El ISNA desarrolla el Programa CINNA que trabaja en propiciar la deshabituación de sustancias psicoactivas en adolescentes con hábitos de consumo de drogas, a través de una atención integral que se desarrolla en el Centro y otros espacios a nivel nacional.
El Estudio de caracterización de la niñez y adolescencia usurios del ISNA / CINNA, tiene como finalidad describir la situación actual de la población atendida en aspectos como el consumo de drogas legales e ilegales, su situación de educación, salud general, salud sexual y reproductiva, violencia, migración y seguridad de adolescentes en conflicto con la Ley penal Juvenil, incluidas características demográficas, socio- económicas y familiares.
La investigación fue coordinada por la Dirección del Centro de Integración Nacional para la Niñez y adolescencia (CINNA) con el apoyo técnico y financiero de la Cooperación Triangular El Salvador- Chile – España el cual es realizado en el marco del “Fortalecimiento Institucional ISNA, en prevención, tratamiento y rehabilitación del consumo de drogas, alcohol y tabaco.
Datos importantes
Principal consumo: Cigarrillos (causa: curiosidad o influencia de amigos)
Edad frecuente de consumo de cigarrillos: 14 y 15 años en Programa medio Abierto y entre 12 y 13 años en centros de Acogimiento.
Edad frecuente de consumo de marihuana: 14 y 15 años, siendo el mayor consumo en los centros de acogimiento.
Edad frecuente de consumo de Alcohol: La mayor parte de la población que más consume se registra en la población Medio Abierto.
Según la Titular del ISNA, Licda. Elda Tobar, el Estudio ha demostrado que el ISNA /CINNA deberá enfocarse en mejorar los modelos educativos de calidad que permitan a los adolescentes el desarrollo de sus potencialidades.
A la par de los programas educactivos formales y de capacitación laborar, es preciso implementar programas de prevención del consumo de drogas.
Estos programas serán permanentes y deben estar acompañados de metodologías innovadoras, el aprendizaje vicario es fundamental, así como el modelamiento. Por esta razón el incorporar en estos programas a adolescentes que han logrado superar la situación de drogodependencia será un factor de mucho peso para el calado de prevención.
Los programas de rehabilitación que actualmente está impulsando el CINNA se verán fortalecidos. Este proceso supone un incremento en los recursos humanos y tecnológicos, un proceso de formación para el desarrollo de competencias para la atención de estos grupos.
Se recomienda profundizar en las condiciones de salud mental de la niñez y adolescencia con la finalidad de contar con información más completa en el cuadro que presentan las poblaciones. Un estudio de este tipo permitiría por una parte diseñar programas e intervenciones en salud mental y por otro, determinar la situación inicial para luego contrastarla con otras intervenciones.
El estudio ha demostrado que existen un conjunto de variables sociales y familiares que constituyen factores de riesgo para estos grupos en el uso de sustancias psicoactivas. Nuevas investigaciones deberán dar cuenta de las realidades familiares y sociales, para diseñar estrategias que se ajusten a los contextos de los NNA. En el caso de las familias, las iniciativas deben estar orientadas a mejorar las relaciones o a disponer de relaciones equilibradas, basadas en afecto, apoyo, pero también supervisión y control.
