Diálogo sobre el incremento de embarazos de niñas y adolescentes para debatir propuestas que contribuyan a su disminución
El incremento de embarazos en niñas y adolescentes que se registra en El Salvador fue debatido el pasado viernes, por diputadas y diputados de la Asamblea Legislativa (AL), ONU Mujeres, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), representantes de la sociedad, como de la Asociación de Ginecología y Obstetricia, para dialogar sobre propuestas específicas que permitan incidir en esta grave situación.
Este esfuerzo se enmarca en el Convenio de Cooperación entre el Gobierno de España y la AL, según expuso el embajador de dicho país, Francisco Rabena, quien remarcó que este espacio abre la posibilidad de dialogar e intercambiar opiniones entre los diferentes sectores, para ponerse “en los zapatos de las niñas”, a fin de regular este tema que a su juicio es preocupante.
Rabena añadió que la Cooperación Española tiene entre uno de sus ejes fundamentales, la promoción de la educación sexual y reproductiva. En el caso de El Salvador implementan un programa para investigar la situación del embarazo adolescente, así como las medidas y soluciones que se pueden aportar para que se disminuya esta problemática.
El Representante del UNFPA en El Salvador, Hugo González, especificó en base al estudio “Mapa de Embarazos de Niñas y Adolescentes en El Salvador 2015”, oficialmente se registraron más de 25 mil niñas y adolescentes embarazadas entre 10 y 19 años. De esta población 13, 146 tenían entre 10 y 17 años, y 1, 445 tenían 14 o menos años. Es decir, que una de cada tres embarazadas era menor de 19 años.
Además, manifestó que existe una situación de maternidad forzada, pues el 50% deseaba la maternidad por una aspiración cultural para ser tomadas en cuenta, o como un escape de un circulo de violencia de falta de oportunidades o violencia, y el resto 50% de las jóvenes que no deseaba la maternidad, se debía a la violencia sexual e insuficiente acceso a educación, o salud sexual y reproductiva.
En representación de la AECID, Ignacio Nicolau, indicó que la segunda causa de muerte en el mundo se atribuye a los embarazos en adolescentes y las complicaciones que se generan, considerándose así como a un problema grave de salud pública.
Ante esta realidad la Representante de ONU Mujeres, Ana Elena Badilla, manifestó que hay que tener en cuenta los vínculos existentes entre el embarazo y matrimonio infantil, sustentados en distintas investigaciones. América Latina y el Caribe, es la única región donde la prevalencia del matrimonio infantil no ha disminuido en los últimos 30 años, remarcó.
Entre las consecuencias de la unión temprana o matrimonio infantil, se encuentran altas tasas de mortalidad materna o infantil; denegación o anulación de la infancia; interrupción de la educación formal; exposición prematura al riesgo de embarazos no deseados a relaciones abusivas; alto riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual o de abuso sexual, entre otros.
Para la Presidenta de la Asamblea Legislativa, Lorena Peña, este esfuerzo obliga a ver esta realidad de cerca para encararla, puesto que “la violencia contra las mujeres no es natural y la violencia contra las niñas es agravada”. Añadió que además de trabajar en el tema educativo y cultural: “Se debe abrir opciones para mientras cambia la cultura, las niñas no sigan teniendo niños, sí esa es su voluntad y la de sus responsables”.
Cabe destacar que a este diálogo también asistió la Embajadora de Canadá, Maryse Guilbeault y el Embajador de Francia, David Izzo.