UNES y Ayuda en Acción El Salvador presentan el Plan Didáctico para la Gestión Estratégica de Riesgos a instituciones públicas del Sistema Nacional de Protección Civil
La Unidad Ecológica Salvadoreña y Ayuda en Acción elaboraron, de forma participativa con las comunidades en las que trabajan, el Plan Didáctico para la Gestión Estratégica de Riesgos en el marco del Convenio “Seguridad Alimentaria y Gestión Estratégica de Riesgos en El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua 2010-214” financiado por AECID. Dicho Plan fue socializado ayer en un evento al que asistieron numerosas personalidades de instituciones públicas salvadoreñas vinculadas a la Gestión de Riesgos, con la finalidad de que sirva como herramienta didáctica para su utilización en el ámbito nacional.
El Ministro de Gobernación, Ernesto Zelayandía, destacó “la importancia de trabajar de la mano con la sociedad civil, creando espacios de participación para asegurar una dinámica que no permita estancamientos ni retrocesos en materia de reducción de riesgos para desastres”. Asimismo aprovechó el acto para anunciar la creación de la Escuela Nacional de Protección Civil en su compromiso por la gestión del riesgo, una iniciativa que aglutinará tanto la experiencia salvadoreña, como de cooperantes en este ámbito, para contribuir al fortalecimiento del Sistema Nacional de Protección Civil, y para lo cual considera muy útil el documento entregado.
La importancia de la Gestión Estratégica del Riesgo en El Salvador
El Salvador es el cuarto país del mundo en vulnerabilidad ante el cambio climático atribuido al calentamiento global, en una lista en la que varios países más de Centroamérica y Caribe se sitúan entre los diez primeros puestos. Con un largo historial de desastres ocasionados por fenómenos fundamentalmente de tipo hidrometeorológico y geológico, la Gestión Estratégica de Riesgos de Desastres se considera un eje fundamental en el desarrollo sostenible y en la lucha por la reducción de la pobreza.
Esta propuesta didáctica se basa en un enfoque integral, transversal, descentralizado y participativo de todos los elementos de la gestión del riesgo, para la aplicación de procesos que garanticen transformaciones hacia la sostenibilidad en los territorios, entendiendo que el éxito gira entorno a modelos de desarrollo sostenibles comenzando desde el ámbito de lo local.