Se reducen las brechas de desigualdad en el acceso al agua potable y al saneamiento en Santa Ana
La Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) de El Salvador, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) a través del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, inauguró el pasado miércoles 19 de septiembre cinco intervenciones de introducción de agua potable y saneamiento que beneficiarán a más de 300.000 personas que habitan asentamientos precarios en los departamentos de Santa Ana y Sonsonate, en el occidente del país.
El embajador de España en El Salvador, Francisco Rabena, y el director de Cooperación para América Latina y Caribe de AECID, Rafael Garranzo, participaron en el acto inaugural junto a las autoridades salvadoreñas: el presidente de ANDA, Marco Fortín, y el viceministro de Cooperación al Desarrollo, Jaime Miranda.
Las obras beneficiarán a colonias como el Milagro, Amayito, Bendición de Dios, Las Cocinas, San Rafael y Rio Zarco, entre otras, en la zona norte del departamento de Santa Ana. La primera obra finalizada fue la construcción de un tanque con capacidad para almacenar 2.000 metros cúbicos, que distribuirá el agua a 25.000 habitantes de las diferentes colonias, incluida Río Zarco, donde también se rehabilitará y equipará un pozo ya existente. Dichas obras se realizaron con un monto de inversión de US $1,726,038.89, provenientes del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS- AECID), que además, incluye la construcción de un muro perimetral y una caseta de control con la respectiva subestación eléctrica.
El conjunto de las intervenciones fueron posible gracias al compromiso de ambos países reflejado en la inversión conjunta realizada: 8 millones de dólares del fondo de agua y saneamiento español y 7millones de contrapartida de ANDA de fondos del Gobierno de El Salvador.
El agua como derecho universal
Muchas de las personas de estas comunidades llevaban más de 20 años comprando agua de las pipas, gastando gran parte de sus ingresos en ello, y abasteciéndose con el agua de pozos particulares, con el consiguiente riesgo para su salud, pues esa agua no estaba tratada ni purificada. Además, no contaban tampoco con sistemas de saneamiento básico: “Después de 17 años viviendo en la Britania, esto es una gran ayuda, nos ha cambiado la vida. El agua es un derecho al que muchos no llegábamos”, dice Francisco Javier Rosales, albañil de 43 años y con tres hijos.
Proporcionar soluciones integrales para satisfacer el derecho humano al agua y al saneamiento se ha convertido en el sello distintivo de las intervenciones que ejecuta ANDA con el apoyo del Fondo de Cooperación para el Agua y Saneamiento de la AECID, el cual es un instrumento que se ha integrado perfectamente dentro de la construcción de la política del recurso hídrico, un esfuerzo de país que recoge el Plan Quinquenal de Desarrollo de El Salvador y que la cooperación española quiere seguir apoyando.
En su intervención, el director para América Latina y Caribe, Rafael Garranzo, aseguró que “el derecho humano al agua no sólo se garantiza construyendo sistemas de agua y saneamiento, sino realizando una gestión integral de este recurso escaso y en muchos casos contaminado”. Por ello, insistió en el trabajo con enfoque de cuencas e instituciones más fortalecidas y eficaces, que puedan hacer mejor su trabajo. Para ello, el fondo también apoya en la construcción de políticas públicas que permitan la gobernanza en el sector hídrico, a través del impulso de marcos legales y regulatorios, como la Ley General de Aguas —actualmente en discusión en la Asamblea Legislativa— y la Ley del Subsector de Agua Potable y Saneamiento.