«Los fenómenos naturales no pueden evitarse, pero si podemos influir en los factores de vulnerabilidad»
El Salvador es uno de los países más vulnerables del mundo, de ahí la larga tradición de cooperación de Geólogos del Mundo (GM) en esta zona junto a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). El próximo mes de junio se clausura una de las intervenciones con la que se cierra una etapa de más de seis años de trabajo con los municipios del oriente de El Salvador.
En todo este tiempo se han mejorado las capacidades de las alcaldías y comunidades y, sobre todo, se ha demostrado que: “Los fenómenos naturales no pueden evitarse, pero sí podemos influir en los factores de vulnerabilidad”, resume Vanesa Martínez, una de las técnicas de la ONG española.
Resultados
«Durante la Tormenta 12-E activamos todo el protocolo que la emergencia se merecía y no tuvimos mayor consecuencia, el monitoreo fue muy importante y fue así como pudimos evitar una catástrofe mayor», cuenta Heber Funes, técnico de la Unidad Ambiental de la Unión, un municipio integrante de la Asociación Intermunicipal del Golfo de Fonseca (ASIGOLFO), la organización que solicitó el apoyo de Geólogos del Mundo en este esfuerzo por gestionar los riesgos de las comunidades para salvar vidas humanas.
La unidad ambiental asesora al Consejo Municipal en los asuntos de medio ambiente. Su alcaldía ha tenido el apoyo de Geólogos del Mundo para su preparación ante los desastres: «En zonas identificadas previamente por los técnicos de Geólogos teníamos que dar a esas personas las capacidades adecuadas para reducir la vulnerabilidad de la zona y dejarles mejor calidad de vida», explica Funes.
Principales amenazas
En esta última intervención que comenzó en 2011 se priorizaron seis municipios del oriente: Bolívar, Pasaquina, San José Las Fuentes, Santa Rosa de Lima, San Alejo y El Carmen. «Por norma general, lo que más afectaban eran las inundaciones; por la falta de control del ordenamiento territorial se construyen en lugares potencialmente inundables y la memoria histórica de la gente es corta y siguen construyendo en lugares propensos a inundaciones», explica Carles Fernández, geólogo de GM que junto con Vanesa Martínez realizó la caracterización de las amenazas. Además, algunos de estos municipios están regados por el río Goascorán, “un río importante donde las crecidas no son rápidas, que inunda lentamente, pero permanece mucho tiempo”.
En el estudio técnico también se calcularon las cantidades de lluvia con que se pueden inundar los lugares más vulnerables o con qué cantidades puede haber un deslizamiento en determinados lugares. Para ello, se dotó a las comunidades de pluviómetros y radios, y se instalaron Sistemas de Alerta Temprana (SAT): “Es un conjunto de reglas e instrumentos a través de los cuales se monitorea una amenaza o evento adverso de carácter previsible”, explica la geóloga. De modo complementario, se crearon y capacitaron a las Comisiones Comunales de Protección Civil.«Sí estamos preparados, porque por lo menos hemos tenido capacitaciones y se han instalado algunos radios para alertar a la gente o estar informando cuando esté cerca de suceder un desastre, la base principal es tener una comunicación», reconoce Pedro Castro, el regidor de Pasaquina, un municipio de 10.000 habitantes, también miembro de ASIGOLFO.
La formación del personal técnico de las alcaldías y ASIGOLFO supuso una parte importante también de la intervención, según explica Maritza Zelaya, jefa del proyecto de Geólogos formulado bajo el nombre «Fortalecimiento de las capacidades locales para la gestión del riesgo de desastres en el Golfo de Fonseca (GOLFOCAL)». Se realizaron ciclos de medio ambiente, herramientas digitales para registrar información ambiental y formulación de proyectos ambientales entre otras temáticas.
Sostenibilidad de las acciones
Una vez finalizada la intervención financiada a través de una Convocatoria Abierta y Permanente de AECID, las municipalidades cuentan ahora con ordenanzas que se construyeron de manera participativa y que tratan, no tanto de prohibir, como de permitir un ordenamiento del territorio para reducir la vulnerabilidad de las comunidades.
Igualmente, las municipalidades disponen ahora de más herramientas técnicas y documentales. «La ventaja es que la contraparte es ASIGOLFO, la oficina técnica de respaldo a las municipalidades del oriente, se ha intentado que quede la capacidad ahí para que no haya pérdida real de conocimientos”, señala Fernández. A partir de la herramienta dropbox, todas las alcaldías tendrán acceso a esa información, de manera que no se pierda aunque cambien de signo político los gobiernos locales.
