Personas que trabajan por la reducción de la desigualdad y de la discriminación de género: la Primera Promoción de la Escuela de Formación para la Igualdad Sustantiva
La Primera Promoción de la Escuela de Formación para la Igualdad Sustantiva (EFIS) está integrada por 69 mujeres y 40 hombres, servidoras y servidores públicos de 29 instituciones del Estado salvadoreño, que han decidido ampliar su formación para contribuir a la reducción de la desigualdad de género y de la discriminación de las mujeres en su país.
“Nuestras instituciones han avanzado, pero para garantizar los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, aún falta mucho camino que recorrer, por eso es importante seguir trabajando con este tipo de estrategias la educación”, destacó la secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato, en su intervención durante el acto de graduación celebrado el martes, 8 de julio de 2014. “Pero es imprescindible que la educación trascienda los conocimientos teóricos, es decir, que sea integral, que toque la sensibilidad, la vida misma de cada una y de cada uno, para ser personas convencidas y activas de transformaciones hacia actitudes y prácticas de justicia e igualdad que humanicen”, recalcó.
Como señaló Pignato, El Salvador ha realizado grandes avances en el tema de los derechos humanos de las mujeres, y el reto actual es poner en marcha todos los mecanismos necesarios para garantizarlos y hacer efectivo el pionero marco normativo que se aprobó en 2010 y 2011, con la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres y la Ley de Igualdad, Equidad y No Discriminación contra las Mujeres.
Con ese objetivo, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) creó la Escuela de Formación Virtual para la Igualdad Sustantiva, una iniciativa que ha tenido el apoyo de la Cooperación Española, a través de su Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y su programa bilateral de cooperación con el ISDEMU, que se ha enfocado tradicionalmente al apoyo de políticas públicas e iniciativas estratégicas como Plan Nacional de Igualdad y Equidad para las Mujeres Salvadoreñas (PNIEMS), el Mecanismo para la Igualdad Sustantiva, o la Política para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia o la Comisión Técnica Especializada.
La igualdad sustantiva es la igualdad real, la que requiere que cada Estado implemente acciones concretas para eliminar la discriminación real y comprobada contra las mujeres, para que puedan disfrutar de su derecho humano a la igualdad” (FACIO, Alda. ¿Igualdad y/o Equidad? Nota para la igualdad n°1. En el marco del proyecto «Superando obstáculos para la transversalización de Género en América Latina y el Caribe»).
Carlos Reinaldo Melgar, de 48 años, funcionario del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL) recibió el curso virtual el ABC de las Masculinidades. “El tema me llamó la atención y me ha servido para reflexionar un poco sobre las cosas más cotidianas y saber por qué somos cómo somos y de esta reflexión llegar al cambio”, cuenta Carlos quien asegura que es un primer paso y que hay muchas cosas que aprender todavía.
Por el momento ya ha comenzado a integrar lo aprendido en su trabajo de evaluación y monitoreo de los proyectos productivos que ejecuta el FISDL en el Programa de Apoyo Temporal al Ingreso (PATI): “Hay que darse cuenta de estos comportamientos, de estas actitudes machistas que impactan en el quehacer del día a día de las comunidades, que los jóvenes reproducen, a veces son muy conservadores en sus actitudes y esto me permite (el curso) tener otras variables a evaluar”.
Karen Lissett Larín, 36 años, trabajadora del Ministerio de Salud (MINSAL), en el Fondo Global donde se administran fondos para compras de VIH y tubercolosis, cursó el ABC de una vida libre de violencia, durante unas seis semanas accedió a la plataforma, leyó los materiales, participó en los foros…y, ahora, está siguiendo el de Igualdad Sustantiva.
“Nos abre los ojos, porque nos damos cuenta de una cantidad de violencia sutil que existe contra el género femenino, que nosotros mismos la estamos perpetuando”, dice Karen. “En mi caso, no trabajo con usuarios directamente, sino con proveedores, pero nos da un aporte para evitar esa desigualdad”, concluye.
Además de Karen y Carlos, participaron también funcionarios y funcionarias del Ministerio de Educación, Economía, Gobernación, Justicia y Seguridad Pública, la Policía Nacional Civil y la Defensoría del Consumidor.
Junto al ABC de las Masculinidades y el ABC Vida Libre de Violencia, también se impartió el curso ABC de la Igualdad Sustantiva. En la formación se abordaron los conceptos básicos de violencia contra las mujeres, patriarcado, sexismo, género como categoría de análisis, socialización y construcción de identidades, masculinidad hegemónica, etc…
La categoría de género es adecuada para analizar y comprender la condición femenina y la situación de las mujeres, y lo es también para analizar la condición masculina y la situación vital de los hombres. (Lagarde, Marcela, “El género”, fragmento literal: ‘La perspectiva de género’, en Género y feminismo. Desarrollo humano y democracia, Ed. horas y HORAS, España, 1996, pp. 13-38).
La escuela —que combina formación virtual con semi presencial—, incluye modalidades pedagógicas innovadoras y creativas. “Las tecnologías deben ser una herramienta estratégica y amigable, que contribuya al desaprendizaje y deconstrucción de estereotipos socioculturales que impiden acercar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres”, mencionó Pignato. También señaló como innovación los procesos de masculinidades: “Para responder a la violencia contra las mujeres, no existe un mañana, es en el aquí y en el ahora que hay que responder, y los hombres de las instituciones de gobierno son clave para esto”.
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