La Acción “Construcción de la NAMA en Ganadería Bovina de El Salvador” es una iniciativa para lograr la adaptación y mitigación al cambio climático
En el marco de la Acción «Construcción de la NAMA en Ganadería Bovina de El Salvador», se realizó una visita a varias fincas en Ahuachapán con el objetivo de verificar los avances en las actividades del proyecto en territorio y la implementación de medidas de adaptación y mitigación de gases efecto invernadero (GEI).
La NAMA (por sus siglas en inglés) son Acciones Nacionalmente Apropiadas de Mitigación a cada país en el contexto del desarrollo sostenible, apoyadas y facilitadas por tecnologías, financiación y creación de capacidades.
La visita contó con la presencia de miembros de La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) , la Unión Europea en El Salvador (UE), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA) y Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Esta Acción está siendo financiada por la Unión Europea a través de la AECID, ejecutado por el IICA en coordinación con el MAG y sus descentralizadas, en el marco del programa Euroclima+, proyecto que tiene como finalidad apoyar en la construcción de la NAMA en Ganadería Bovina, para impulsar una ganadería sustentable, baja en emisiones y aumentar la ambición en las NDC de El Salvador.
Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) son compromisos climáticos nacionales establecidos por los países en el marco del Acuerdo de París, que establecen cómo contribuirán a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a adaptarse al impacto climático.
Actualmente con la Acción se están interviniendo a 917 productores y productoras a fin de continuar con la construcción de la NAMA en Ganadería Bovina en El Salvador.
El impacto del programa proyecta beneficiar a actores productivos donde se estima un alcance de al menos 1,200 productores ganaderos; actores de educación superior, como la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) y universidades dedicadas a la formación de profesionales del sector agropecuario; actores públicos de carácter institucional, como el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y sus descentralizadas.
Como beneficiarios indirectos se estiman un alcance de 10,000 familias vinculadas a sistemas de producción de ganadería bovina de pequeña y mediana escala, los cuales son parte del segmento que recibe asistencia técnica del MAG y sus dependencias.
“Estamos trabajando en la NAMA bovina salvadoreña, tomando las acciones que mitiguen los efectos de gases invernadero. Hemos realizado siete medidas en la finca El Encanto. Agradezco a la Unión Europea, a la AECID y a todas las instituciones: IICA, MAG, ISTA y CENTA por apoyarnos para el desarrollo de todas estas medidas que no tienen límite para llegar a carbono neutro”, destacó el Ingeniero Alfredo Guerra, propietario de finca El Encanto, finca piloto intervenida con el proyecto, durante la realización de la visita.
Las medidas implementadas hasta la fecha en la finca El Encanto son:
- Uso de probióticos en alimentación bovina
- Establecimiento de bancos energéticos y proteicos
- Establecimiento de pastos mejorados
- Tratamiento de estiércol bovino
- Establecimiento de cercas vivas y forrajeras
- Establecimiento de árbol de sombra
- Rotación y uso racional de potreros
Con la acción se espera aumentar la capacidad de resiliencia ante los efectos del cambio climático, la eficiencia de los sistemas de producción ganadera bovina en relación con el carbono y el agua, así como las cadenas de valor alimentarias, de acuerdo con los compromisos sectoriales relacionados con las NDC de El Salvador.
La ganadería representa una de las principales fuentes de ingreso y alimento a nivel global. Esta actividad es el medio de vida del cual dependen una gran cantidad de pequeños y medianos productores y productoras rurales en la región y es fuente relevante de proteína y calorías, por lo que posee un valor significativo en términos de aporte a la seguridad alimentaria y nutricional, así como un aporte importante en el cambio climático.
