Sala de Prensa

La Agencia Española de Cooperación internacional para el Desarrollo (AECID) ha apoyado al Ministerio de Medio Ambiente y los Recursos Naturales (MARN) de El Salvador en el fortalecimiento de las capacidades institucionales y locales para el manejo sostenible de sus recursos naturales, la gestión participativa en las Áreas de Conservación, Cuencas Hidrográficas, Áreas Naturales Protegidas y otros sistemas ambientales prioritarios, además de apoyar en la disminución de riesgos de origen natural.

Durante los últimos diez años, se ha contribuido a aumentar la superficie de áreas y humedales protegidos. Concretamente, se ha cooperado con El Salvador para la declaración de siete sitios RAMSAR (Güija, Cerrón Grande, Jocotal, Olomega, Bahía de La Unión, Estero de Jaltepeque, Bahía de Jiquilisco), tres reservas de la biosfera (Apaneca, Ilamatepec y Jiquilisco) y 21 áreas protegidas.

Como ejemplo de las acciones recientes llevadas a cabo en el marco de la cooperación española, cabe destacar el Proyecto Trinacional Corredor del Mangle- Golfo de Fonseca, apoyado por AECID y el Fondo España-SICA, que tuvo como objeto contribuir al desarrollo social sostenible y a la conservación de la biodiversidad del Golfo de Fonseca mediante acciones que mejoren la calidad de vida de sus pobladores, reduzcan la pobreza y el impacto ambiental en el entorno.

La participación a través de los COALES

La gobernanza local y la participación social ha sido uno de los ejes de trabajo con el MARN. En el marco de las intervenciones con el ministerio se han creado hasta diez  Comités Asesores Locales (COALES)  integrados por representantes de las comunidades aledañas a las áreas naturales, los concejos municipales y las gerencia competente del propio MARN.

Estos espacios de participación han preparado los instrumentos de planificación como los planes de manejo y han dado seguimiento a las acciones vinculadas a dichos planes. En la base de estos esfuerzos conjuntos siempre ha estado la preservación del medio ambiente y su aprovechamiento sostenible, frente a su explotación, según puntualiza la responsable de Programas de Desarrollo Sostenible de la Oficina Técnica de Cooperación (OTC), Natalia Otamendi.

Por ejemplo, los planes de manejo como el del Área Natural y el Humedal de la Bahía de Jiquilisco han establecido las directrices para la conservación y utilización sostenible de los recursos naturales asociados a esos ecosistemas.

La AECID también ha contribuido a la creación de asociaciones de cuencas hidrográficas que velan por la protección y conservación de los recursos hídricos. Desde 2003 a 2009, se han financiado en total diez intervenciones del MARN que suman  más de 3 millones de dólares.

En la actualidad el apoyo al MARN se realiza a través del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, y concretamente en la planificación hídrica nacional que busca además de la protección del medio ambiente garantizar el derecho humano al agua.

Cooperación descentralizada

Además de la cooperación bilateral con el Ministerio de Medio Ambiente, la cooperación española también ha apoyado otros esfuerzos realizados por la sociedad civil para la conservación y protección del Medio Ambiente.  Amigos de la Tierra, Geólogos del Mundo, el Comité de Solidaridad Internacionalista, Paz con Dignidad, Paz y Tercer Mundo, Ingeniería sin Fronteras y Caritas Española han sido también socios todos estos años en los esfuerzos por conservar el Medio Ambiente. CODECA, CODEPA, MANGLE y la Universidad de El Salvado han sido también socios locales a quienes se ha apoyado en su esfuerzo de preservación.

La cooperación española, a través de la cooperación descentralizada, también apoya iniciativas relacionadas con la conservación de los recursos naturales. Como ejemplo, actualmente se encuentra en ejecución el proyecto apoyado con fondos de la cooperación gallega de la ONGD Amigos de la Tierra en la Bahía de la Unión. El objetivo es la mejora de la calidad de vida de los pescadores artesanales y comercializadoras de la zona, con un enfoque de aprovechamiento responsable y sostenible de los recursos pesqueros. Además, cuenta con un componente específico relativo a la recuperación de los manglares de la zona, involucrando activamente a centros escolares y a la sociedad civil en tareas de reforestación y promoción y sensibilización ambiental.