Sala de Prensa

Vecinos y vecinas de Ciudad Arce, en el departamento de La Libertad, inauguraron el martes 21 de octubre las obras de mejora del cantón Santa Rosa, donde 358 familias disponen ahora de mejor acceso a agua potable, saneamiento, drenajes y vías adoquinadas.

Se trata de las personas que viven en las comunidades El Chilar, San Juan y El Pilón, zonas incluidas en el mapa de pobreza urbana e identificadas como asentamientos de precariedad extrema, al no disponer de servicios básicos que han sido mejoradas gracias al trabajo de las propias comunidades, su alcaldía, el Ministerio de Obras Públicas, todo enmarcado en el programa gubernamental Comunidades Solidarias, el programa insignia del Sistema de Protección Social Universa apoyado por varios socios de cooperación, entre ellos la Unión Europea, Luxemburgo y España.

“Ahora cuando se ponen esas tormentonas,  yo ya no no me aflijo”

El proyecto en Ciudad Arce fue adjudicado a la empresa Serpas y López S.A de C.V, y supervisado por Inversiones 2030, S. A. de C. V. Durante los 9 meses de trabajos, el 80% de las personas contratadas pertenecían a las comunidades participantes, según dijo el viceministro de Vivienda, José Roberto Góchez. La inversión alcanzó los 2,1 millones de dólares, incluida la contrapartida de la Alcaldía, los recursos propios del Gobierno y los socios de cooperación.

En total, se construyeron 221 módulos sanitarios, que en su mayoría incluyen lavamanos, inodoro, ducha y pila; además de unos 189 sistemas sépticos, que en conjunto sustituyeron letrinas precarias e insalubres.

Las obras han supuesto un cambio en los drenajes y descargas de las aguas lluvias, que ahora se controlan mediante badenes, un cordón cuneta de piedra, canaletas, tuberías, mampostería de piedra, derramaderos y disipadores.

Este es uno de los mayores cambios para personas como Marcos de Jesús Polanco, vecina de Santa Rosa de 67 años de edad: “Ahora cuando se ponen esas tormentonas,  yo ya no me aflijo”, cuenta. “Con esa calle yo sufría mucho, venía una correntada de agua y se me metía todo y tenía miedo de que los arranques se aflojaran y que se me cayera la casa”, explica esta mujer jefa de hogar que ha vivido en ese lugar desde hace 40 años, una zona cuya vulnerabilidad ha disminuido considerablemente. Polanco reconoce que ella era una de esas personas que no creía que las obras pudieran realizarse finalmente.

Apoyo Programático

La Unión Europea, Luxemburgo y la Cooperación Española -a través de su Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)-, contribuyen a este esfuerzo de Gobierno a través de su apoyo al Programa Comunidades Solidarios.

Estos cooperantes europeos realizan de manera conjunta un apoyo programático, una modalidad de cooperación que consiste en que los recursos financieros de los tres donantes se transfieren a una subcuenta del Ministerio de Hacienda, denominada Fondo Común de Apoyo Programático (FOCAP). De este modo, estos recursos se utilizan de acuerdo al sistema público de gestión financiera salvadoreño.

En virtud del apoyo programático, la ayuda de los socios para el desarrollo no se liga a unas intervenciones concretas, sino que comprende el programa completo y las instituciones ejecutoras no rinden cuentas por cada intervención sino por la consecución de unas metas acordadas con los socios. Por ello, el seguimiento y evaluación del programa que realiza el gobierno y los socios se realizará con base en una matriz de indicadores de esas metas.

En la primera fase, 2006-2010, AECID contribuyó al programa con 24 millones de euros y para el periodo 2011-2014, con 11,9 millones de euros al FOCAP. Para el periodo 2011-2015, Luxemburgo contribuye a este fondo con 22 millones de euros y la UE, con 47,4 millones a través de su fondo denominado PACSES (Programa de Apoyo a Comunidades Solidarias en El Salvador).